Chema
Madoz (Madrid, 1958), fotógrafo español al que
en el año 2000 le fue concedido
el Premio Nacional de Fotografía. Entre los años 1980 y 1983 cursa Historia
del Arte en la Universidad Complutense de Madrid que simultanea con
los estudios de fotografía en el Centro de Enseñanza de la Imagen.
Ha realizado numerosas exposiciones
individuales, tanto en España como en el extranjero, y el conjunto de su obra, además de ser
respetada por la crítica, está alcanzando unas cotas de popularidad impensables
para otros artistas contemporáneos.
Proceso
El inicio fue casual, compró una cámara para irse de
vacaciones y se interesó por la fotografía.
Al principio las influencias
venían de un campo puramente fotógrafico. Iba descubriendo poco a poco la
historia de la fotografía y le influyeron fotógrafos com D. Michals,
Gibson o los trabajos conceptuales sobre la percepción de J. Dibbets.
Entender que la fotografía no dejaba de ser un lenguaje visual como
cualquier otro, abrió su trabajo a corrientes como el conceptual, el minimalismo
o el propio dadaísmo.
Se considera fotógrafo. La construcción de la
mayoría de sus objetos está construida para ser fotografiados. No tienen
empaque, ni una presencia cuando los ves físicamente. No hay un acabado
maravilloso, sólo un aspecto de ellos que fotografía y es lo que funciona.
Sacados de ese contexto funcionan en contadas ocasiones.
Su Obra
Sus fotos retratan objetos cotidianos descontextualizados a lo que nos tienen habituados. Y se juntan con nuevos objetos, con los que crean un todo totalmente distinto convirtiendo las obras en auténticos poemas visuales.
A menudo los
conceptos de lo real y lo virtual se presentan bajo la forma de
oposición conflictiva. Lo real y lo virtual presentan una tensión todavía no
resuelta, sin embargo se complementan.
Las ideas surgen a través de la observación.
Cualquier detalle, en cualquier lugar, puede convertirse en el detonante
para desarrollar una imagen. .
De todas formas, lo normal es que tome pequeños apuntes y luego los
desarrolle en el estudio. Lo absurdo, lo irónico, el humor y la paradoja están muy presente en sus creaciones.
La utilización
del blanco y el negro es porque según el fotógrafo coloca a las imágenes en un territorio más
abstracto, más ajeno a la realidad. Son más atemporales. También por el hecho de que es un ejercicio de reducción, al mismo tiempo que permite jugar más fácilmente con las texturas
a la hora de establecer vínculos o nexos.
Prácticamente todas sus
fotografías son tomadas con luz natural.
Sólo introduce algo de luz artificial en los casos que ha fotografiado una
lámpara como parte del objeto o para darle un toque especial a algún detalle. En una imagen en la que todo lo que aparece es
artificio, el uso de la luz natural sirve de contrapeso y de alguna
forma hace que la ficción tenga ciertos tintes de realidad.
Las fotografías comienzan en la cabeza de Madoz, éstas
tienen casi siempre su proceso de fabricación artesanal en
el mundo real. El proceso pasa
siempre primero por pequeños bocetos para poder tener una aproximación visual y
ver si puede funcionar. Después viene la construcción del objeto en donde hay
que tener en cuenta la búsqueda de los elementos necesarios. Así la fotografía
entra en la recta final, cuando la manipulación real y física de los elementos
ya está resuelta.
Después revela y hace una copia de la imagen, para ver si se acerca a
la idea que tenía en mente. Fotografía analógica: lo lleva a un terreno más real..
OBRA (serie de Fotografías A 1980-1989)
La imagen es simétrica. La fotografía está totalmente equilibrada. El objeto de
mayor peso visual (la copa de vino) se encuentra en la parte inferior. Este
elemento rompe la composición,
eliminando rigidez y proporcionando un centro
de atención.
Entorno a él se organizan todas las líneas de fuerza y direccionales que recorren
el espacio fotográfico.
Estas líneas implícitas generan dinamismo.
Se forma con ello un triangulo visual
que se repite una y otra vez proporcionando fuertes tensiones internas y causan
en el espectador un gran impacto visual.
Utiliza los mínimos elementos posibles para su
ejecución y para la idea: ”sacar máximo
partido a mínimos elementos”
Nunca pone título a las obras puesto que prefiere
que sea el espectador el que haga su propia lectura de lo que tiene ante sus
ojos.
“No me interesa el engaño por sí mismo sino a
dónde te lleva”
“La belleza, si es que aparece en mi obra, no es un objetivo primordial.
Lo que sí persigo es la reflexión que el público puede hacer del entorno en el
que vivimos a partir de unas imágenes”
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