Elegí esta película por la conmoción que la población sintió tras su estreno, puesto que hasta entonces nadie había tratado la temática de la violencia de una forma tan fría y cínica. La película se divide en dos claras partes, en una primera se observa como el protagonista, Alex Delarge, lleva a cabo robos en casas aburguesadas, violaciones, peleas con bandas y ataques a mendigos, puede resumirse en una violencia ejercida por Alex y sus drugos. En la segunda parte vemos como la violencia pasa a ser ejercida por el Estado y contra Alex, que es sometido al programa reformador Ludovico, y quien tiene un encontronazo con unos policías que también le propinan una buena paliza, estos policías eran sus dos antiguos amigos de la banda, lo cual, supone una dura crítica a la sociedad, la policía se nutre de antiguos delincuentes.
Lo interesante de haber elegido esta película es la contraposición que hago con el film "Funny Games", ya que poseen numerosas características en común. Los roles que adoptan los dos psicópatas de ‘Funny Games’ también son similares a los que se reparten Alex y sus drugos, en una caracterización que empieza por su misma fisonomía. Peter, el líder, es alto y esbelto, y es el que toma las decisiones más importantes. De carácter extremadamente educado y sociable, se permite hacer bromas pesadas a costa de su compañero, y destaca por una desenvoltura en el trato y una formación esmerada. Tom, su compañero, es torpe y corpulento, y su sobrepeso es motivo de escarnio por parte de Peter, cruel y agudo para ridiculizar sus defectos físicos. Su carácter es, en apariencia, afable, incluso se diría que bonachón, sometiéndose dócilmente a las órdenes de su líder. Peter y Tom son como los payasos del circo, el listo y el tonto, y cada uno conoce e interpreta muy bien su papel.
Otro punto en común con la película de Kubrick es la interpelación directa al espectador. En ‘La naranja mecánica’ Alex, como narrador que era, se dirigía a nosotros para buscar nuestra comprensión y provocar nuestra compasión ante los infortunios que le acaecían. Asimismo, en aquel plano tan recordado en el que violaba a la mujer del escritor para desesperación de éste, miraba a cámara, al espectador, solicitando su complicidad ante la fechoría que se disponía a perpetrar. Así también el avieso y burlón Peter guiña un ojo al espectador cuando le da instrucciones a su rehén para encontrar al perro, en uno de sus juegos divertidos. De la misma manera, nos invita a participar en su macabra apuesta para así ser cómplices de sus iniquidades, pero al contrario que en ‘La naranja mecánica’, aquí es imposible sentir siquiera un asomo de simpatía por él, habida cuenta del desprecio hacia la vida que transmite en todos y cada uno de sus gestos.
Según Michael Haneke, 'Funny Games' es una crítica a las películas que hacen de la violencia un espectáculo, así como a los espectadores que disfrutan con este tipo de películas, pero a veces no queda tan clara la línea divisoria entre unas y otras. Y menos clara queda aún después de hacer un remake de su película, el cual, según se observa en el tráiler, es un calco plano por plano del original.
Con una excusa tan banal como pedir unos huevos se desencadena todo el mal; un mal que, para más inri, nunca se acaba, ya que esta pareja de malhechores son como una carcoma que se extiende de una familia a otra, horadando sus vidas. Al espectador le cuesta comprender esta violencia gratuita y sin sentido, y más cuando quien la ejerce no es alguien que repele a primera vista por su aspecto temible y huraño, sino, muy al contrario, son unos individuos pulcros, aseados y con buenos modales, unos tipos que bien podrían ser nuestros vecinos.
Belén Mure
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