En la classe del passat dimecres 26 d’octubre, vaig
trobar molt interessant la idea de que la revolució burgesa no consisteix tan
en la descoberta d'un sistema productiu en serie (revolució industrial), sinó més
aviat en un canvi d'actitud produït per el realisme de la classe burgesa i la
necessitat de treure redits econòmics creixents a l’activitat productiva en sí.
A col·lació amb el que vaig comentar a classe sobre
que alguns teòrics del disseny adjudiquen a la impremta l’honor de ser el primer
exemple clar de disseny industrial, en detriment de considerar que el disseny
industrial comença a partir de la revolució industrial, us deixo un extracte del
llibre “Histoira del diseño” escrit per Renato de Fusco i editat per
Santa&Cole en el que l’autor en dóna la seva versió:
“(…) no es posible discutir de diseño
industrial remitiéndose a épocas previas a la revolución industrial, por más
que desde la antigüedad hayan existido algunos objetos elaborados en serie y
con la intervención de maquinaria primitiva, como el torno, la barrena, el
torno alfarero y la prensa manual de hornos de ladrillo.
Aunque sea cierto que la revolución
industrial, convencionalmente datada entre 1760 y 1830, marca la gran línea
divisoria entre producción artesanal e industrial (con los problemas que
apuntaremos luego), existe al menos un sector, el de la imprenta, que anticipa
en más de tres siglos dicha revolución y que puede considerarse a todos los
efectos como actividad clasificable en el ámbito del diseño.
Como ha sido observado, la imprenta “ha
constituido el acta de nacimiento de la industria, pues la mecanización del
arte de escribir fue probablemente la primera reducción de un trabajo en
términos mecánicos”. Además, desde su nacimiento “la imprenta comportó una
revolución en la propia concepción de la producción. Con la imprenta aparece la
multiplicación por medio de series idénticas de un mismo objeto uniforme y
repetible. El papel impreso producido en copias innumerables y la invención de
una herramienta que no precisa de la mano del hombre han transformado efectivamente
la propia idea de producción”.
En todo caso, la mejor exposición de nuestra
tesis se obtiene al considerar la imprenta en relación al paradigma planteado
en la introducción como constante fenomenenología del diseño: el proyecto, la
producción, la venta y el consumo. Y puesto que se originó con una intención
eminentemente práctica y a partir de un invento técnico, iniciamos nuestro
examen cotejándola con el parámetro de “producción”.
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