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divendres, 8 de febrer del 2013

Comic Sans (IFM)

Comic sans es la segunda tipografía más instalada en los ordenadores de todo el  mundo, después de la Times New Roman. Probablemente es la más odiada. A qué es debido?

Vincent Connare creó esta tipografía en 1994 para Microsoft.  Los diseñadores e ingenieros de Microsoft diseñaron y programaron la interfaz de Microsoft Bob, un paquete de software diseñado principalmente para usuarios jóvenes. El programa incluía un perro llamado Rover, con globos de mensaje en Times New Roman. Connare al ver el uso que se le estaba dando, poco adecuado para el público infantil, decidió crear una nueva tipografía basada en el estilo de los cómics que tenía en la oficina: Batman y Watchmen. Completó la fuente demasiado tarde para incluirla en MS Bob, pero se lanzó posteriormente dentro del Windows 95 Plus! Pack, convirtiéndose entonces en una de las fuentes estándar en Windows 95. En la actualidad se distribuye con Windows y Mac OS.

El odio que despierta se debe en gran parte al mal uso y la frecuencia abusiva con la que se emplea.  La “guerra” tipográfica es tal, que existen varias asociaciones en contra de ella como el colectivo Ban Comic Sans, que persigue acabar con el uso de una fuente que conciben como expresión de “tontería, ingenuidad infantil e irreverencia”.

Su manifiesto proclama:
“Apelamos al hombre común a que se subleve y se alce contra esta maldita ignorancia tipográfica. Creemos en la doctrina: prohíbe la Comic Sans. Será la salvación para todos aquellos que saben leer y escribir. Haciendo causa común para erradicar esta fuente de la faz de la Tierra nos esforzamos por asegurar que futuras generaciones se librarán de esta epidemia”.

Además, en la red abundan las descalificaciones como  “Terrorismo tipográfico” o  “Cada vez que usas esta fuente, un diseñador pierde sus alas”.  Y desde las redes sociales, en Twiter comunicaron que el espacio más utilizado en el servidor era por las quejas de: las compañías aéreas en primer lugar, en segundo lugar la Comic Sans y en tercer lugar Justin Bieber.


Sin embargo, también encontramos un movimiento a favor. Dos diseñadores franceses Florian Amoneau y Thomas Blanc se han propuesto “restituir esta tipografía en el mundo del diseño, donde se encuentra en peligro de extinción” con su proyecto ‘Comic Sans Project’. La iniciativa, una “causa justa”, independiente y sin fines comerciales, que consiste en convertir a Comic Sans los logos de marcas mundialmente conocidas, como la NASA, Google o la saga ‘Star Wars’. Su manifiesto proclama: “Somos los defensores de la Comic Sans. No nos dan miedo las fuentes”. Aseguran que esta tipografía es tan buena como otras y que si se utiliza bien “el resultado es muy agradable de ver”.


Además, la comic sans es buena para los disléxicos porque al ser redondeada obliga a que el interletrado sea mayor, con lo que al leer las letras “sueltas”, facilita la decodificación sin que tengan que esforzarse demasiado.El problema que los disléxicos tienen con las tipos viene dado por aquellos elementos “que les distraen”, como son la serifa, el interletrado reducido y las florituras varias.

La comic sans se ha convertido en el arquetipo de la mala tipografía. Desde un punto de vista técnico y objetivo, tiene muchos fallos. Por citar los más obvios, el nefasto interletrado,  unas serifas aleatorias en caracteres como la “c” y la “s”,  irregularidad y una descompensación y carencia de lógica en la simulación del trazo a mano alzada.

Comic Sans representa el triunfo del amateurismo sobre el profesionalismo.

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