Marina Abramović (Belgrado, Yugoslavia; 30 de noviembre de 1946), artista serbia del performance que empezó su carrera a comienzos de los años 70. Activa durante más de tres décadas, recientemente se ha descrito a sí misma como la "Abuela del arte de la performance".
El trabajo de Abramović explora la relación entre el artista y la audiencia, los límites del cuerpo y las posibilidades de la mente.
El 14 de marzo de 2010 se inauguró en el MoMa una gran retrospectiva de su obra durante tres meses en los que otros artistas realizarán algunos de sus performances más conocidos, donde habrá material fotográfico y audiovisual sobre toda su carrera artística y, además, realizará una nueva performance: The Artist is present. La obra consiste en estar 716 horas tres meses sentada en una silla, en una sala muy iluminada del MoMa, con otra silla delante en la que cualquiera podrá sentarse. Al espectador se le permitirá estar un máximo de quince minutos frente a ella, suficientes para que la emoción brote. Marina trata a cada espectador con la misma atención y respeto; el concepto de obra de arte se humaniza hasta tal punto que Abramović se convierte en ese cuadro que emociona a cualquiera y que es imposible detenerse solo treinta segundos: “Muy pronto me convierto en el espejo de sus propias imágenes” (Marina Abramović).
El artista emite su discurso en el mismo instante en el que el público lo recibe, emisor y receptor comparten tiempo (instante de la performance) y espacio (el museo), y esta comunicación directa, sin intermediarios, es la que reivindica Marina Abramovic en su exaltación de la performance como arte. La crítica de Marina Abramovic: The Artist is Present va dirigida hacia los obstáculos del arte tradicional, en una especie de lucha por un arte sin barreras entre los dos extremos de la comunicación.
En 2013 fue estrenado el documental "La artista está presente", dirigido por Matthew Akers, el mismo fue nominado a Mejor Documental en el Independent Spirit Awards 2013, integró la selección oficial del Festival de Cine de Sundance 2012 y recibió el Premio del Público al Mejor Documental, Sección Panorama, en el Festival de Cine de Berlín 2012.
New York Times por A.O. Scott
"Al igual que otros recientes documentales sobre artistas, es más divertida que metódica, una especie de vídeo promocional de la protagonista".
la critica revista
Muy emocionante, una forma elegante de acercar el arte a todos.
Ritmo 10 (1973): su primera performance y una de las más ilustrativas. En este proyecto, Marina realizó el juego ruso de dar golpes con un cuchillo entre los dedos de la mano. Cada vez que se cortaba, utilizaba otro cuchillo (en total veinte). Mientras tanto, una cámara filmaba la performance. Una vez acabada, la artista proyectó la cinta y volvió a repetir la performance con los mismos errores que la primera vez. De esta forma unía los errores del pasado con los del presente, en constante imitación.
Ritmo 2 (1974): en esta performance, Abramović experimentó con el cuerpo y la mente consumiendo dos drogas diferentes. Una de ella atacaba al cuerpo, sufriendo convulsiones y actos involuntarios pero sin alterar la mente de la artista, que era completamente consciente de lo que ocurría. A los diez minutos, pasados los efectos de la droga, tomó otra que producía el efecto inverso, alterando su mente pero sin afectar a lo corporal. Este proyecto fue uno de los primeros componentes de sus exploraciones de la conexión entre cuerpo y mente,
Ritmo 0 (1974): probablemente sea la más conocida. En esta, el público adquiere un papel protagonista. La performance consiste en una mesa con setenta y dos objetos, algunos pueden causar dolor y otros placer (tijeras, un cuchillo, un látigo, un cigarrillo, una pistola cargada...) la única norma es que deben ser empleados en el cuerpo de la artista. De esta forma, Abramović realiza un extremista estudio sociológico ya que el público, al principio pasivo, empezó a comportarse progresivamente de forma más violenta. La artista no debía mostrar ningún tipo de expresión durante la performance, la cual duró seis horas.
La experiencia que aprendí fue que... si se deja la decisión al público, te pueden matar... Me sentí realmente violada: me cortaron la ropa, me clavaron espinas de rosas en el estómago, una persona me apuntó con el arma en la cabeza y otra se la quitó. Se creó una atmósfera agresiva. Después de exactamente 6 horas, como estaba planeado, me puse de pie y empecé a caminar hacia el público. Todo el mundo salió corriendo, escapando de una confrontación real.
Breathing In/Breathing Out (1977): en esta performance, Marina y Ulay colocaron micrófonos en sus gargantas y pegaron sus bocas, labio contra labio, besándose pero a la vez compartiendo la respiración, que sonaba por toda la sala. De esta forma, solo compartían el dióxido de carbono, agotando el oxígeno de sus pulmones. La performance duró diez y nueve minutos, tras los cuales cayeron los dos artistas desmayados al suelo. Esta performance habla sobre la influencia que tiene el individuo sobre el otro.